Las pin-up de Fernando Vicente
Fernando Vicente
Dib-buks. Madrid, 2004

 

 

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Cosas de Chicos

El que fuera colaborador de la revista Madriz, Fernando Vicente, publica una colección de ilustraciones que revisan la iconografía de la pin-up. Vicente, al igual que Javier de Juan o Ana Juan, hace ya mucho que apenas se dedica a la historieta, concentrando sus esfuerzos en otros campos gráficos. Muchos de los autores de la desaparecida revista han tenido más éxito en áreas como la ilustración o la pintura que en el cómic, lo cual demuestra que nunca les interesó mucho el asunto o que nuestra industria hace ya años que no marcha.

De cualquier forma, este Fernando Vicente que ahora se nos muestra ha cambiado bastante respecto al que conocimos en los ochenta. Su dibujo ha ganado frescura y expresividad y su técnica con el color es excelente. Quizás lo menos convincente sean algunas caras, especialmente uno de los modelos que más repite, y cierta tensión general en las posturas, en un conjunto sobresaliente. Un buen color y unos magníficos acabados para un libro que puede ser un perfecto regalo de navidad. Para rematar, Hernández Cava nos ofrece en la introducción una retahíla de justificaciones, de cuyo carácter humorístico no puedo dudar, ya que me resulta inconcebible que alguien escriba en serio frases como ésta: "Bien es cierto que la justificación última de muchos de estos nuevos desnudos femeninos que nos inundan es sólo la prosaica idealización nostálgica de la otredad de un género sexual que, por mor de la modificación de modelos, nos resulta hoy más extraño y desconcertante, y en cuya percepción sensual de papel nos gustaría pensar que se encierra un orden simplificado y más complaciente con nuestras antiguas y elementales convicciones". No se preocupe, padre Felipe, que no nos haremos pajas con este librito.

Para redondear esta entrega les recomiendo una de las últimas publicaciones de Taschen, que tiene que ver con el trabajo de Vicente. Si él nos habla de las pin-up clásicas, en sus manifestaciones más nobles y elegantes, no está de más recordar que, al lado de las revistas de calidad, surgía siempre una serie B. Ahora se nos presentan agrupadas un montón de portadas de revistas para chicos, una amalgama de imágenes populares, crudas, baratas e inmediatas, que constituyen un cuerpo gráfico directamente descacharrante. Además, estas Men's Adventures vienen agrupadas por temas, lo cual permite comprobar cómo las ideas se repetían hasta la saciedad y verificar el limitado repertorio que trabajaban. En el caso de la mujer, necesariamente maciza y en paños menores, sólo caben dos alternativas: la chica-víctima, siempre a punto de ser asesinada, devorada, violada o martirizada; y la chica-verdugo, auténticas dominadoras que disfrutan torturando a machitos indefensos. No es muy diferente en el caso de los hombres. Mayor variedad encontramos en las escenografías, de la selva a los campos de concentración, una completa gama de ambientes donde pueden desarrollarse clásicas aventuras para machos. Entre mis favoritas, las de nazis y aquellas que nos recuerdan el peligro rojo, con guerrilleros cubanos, norcoreanos, chinos o soviéticos. Y, sobre todo, las de animales asesinos, donde en rápida sucesión vemos primero a los héroes asediados por ratas y luego por una completa y enloquecida selección zoológica: iguanas, arañas, hormigas, monos, leones, tigres, panteras, leopardos, serpientes, búfalos, toros de lidia, cangrejos... Todas son muy divertidas, pero la de las tortugas asesinas es impagable. Seguro que Camile Paglia disfrutará con este libro.

Florentino Flórez

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