Asa el ejecutor
Koike y Kojima
Planeta DeAgostini. Barcelona, 2005

 

 

 

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Mártires de la ley

"La ley y la política sirven para asegurar que los derechos de la sociedad primen sobre los individuales. La sociedad no se forma porque se ha congregado un cierto número de individuos; la sociedad existe primero y en ella hay unos individuos. Sacrificar toda una sociedad por un solo hombre es un disparate comparable a dar prioridad a los sentimientos por encima de la obligación moral. Cuando el derecho de un solo individuo se contrapone al derecho de diez ciudadanos, la ley y el gobierno deben proteger a esos diez."

El párrafo anterior es parte de una conversación entre Asa el ejecutor y su superior. Al final de esta nota encontrarán la respuesta del héroe a esa proclama totalitaria que, por otro lado, más de uno firmaría con entusiasmo. Diálogos inteligentes y personajes inesperados son sólo algunos de los ingredientes de esta nueva serie de Koike y Kojima, los brillantes autores de Lobo solitario y su cachorro. Los seguidores de esa maravillosa obra ya saben cuales son otros ingredientes habituales en ellos: aventuras trepidantes, dibujo tan eficaz como expresivo y un planteamiento moral que prima el honor y el deber individuales frente a las necesidades públicas.

Como en el episodio del que he extraído el párrafo inicial. Asa, un verdugo imperial, se enfrenta a una terrible verdad: ha ejecutado a un inocente, una víctima de la necesidad de los alguaciles de cumplir con una cuota de detenciones. Esa obligación, incentivada económicamente, mueve a algunos a forzar autoinculpaciones mediante la tortura. Decidido a reparar esta injusticia, Asa se enfrenta a su superior, partidario de echar tierra sobre el asunto. A sus argumentos el héroe contesta con las palabras que siguen: "¿Protegería a cien corruptos a costa de un justo? Si fuera así, este mundo sería un infierno y no habría lugar para la moralidad. Todo el mundo lloraría la muerte de este justo, la gente se rebelaría contra el gobierno y nadie respetaría la ley. Entonces sí que el poder judicial estaría desprestigiado. Sin embargo, si los que hacen cumplir la ley tratan con justicia a este individuo y castigan a los deshonestos, la gente admirará su honradez, a la vez que sabrá que la ley es estricta, por lo que acatará el poder judicial y respetará el orden."

Ya saben, es sólo un manga, pero nos gusta.
Florentino Flórez

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