Cada vez que se produce la edición de nuevas historias, crónicas o nuevos "episodios nacionales", salidos de la imaginación de ese gran creador que es Carlos Giménez, no puede significar otra cosa que no sea regocijo entre todos los que amamos las buenas narraciones, los buenos cómics, las buenas historietas. Con "Paracuellos 4" Giménez vuelve a crear un nuevo legado sobre sus vivencias en uno de los múltiples "hogares" de Auxilio Social, de los muchos que hubo desperdigados por toda la geografía española bajo la supervisión de Falange, la Sección Femenina u otras organizaciones fascistoides de la época.

El artículo completo apareció en El Wendigo nº 87


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FIRMES... ¡AR!

Alguien pudiera pensar que este filón, por antiguo y tratado, debería estar agotado. Verdaderamente es difícil mantener vivas y atrayentes historias de una saga que lleva casi 30 años publicándose, fundamentada en vivencias de hace 50. Sin embargo, quien así pudiera pensar se equivoca. Carlos es un narrador nato, un guionista excepcional y un dibujante eficaz, muy expresivo y lo que es más importante: Un contador de cuentos, como pocas veces ha existido en lengua castellana. Por ello es difícil que en algún momento de las historias que cuenta, no surja la GENIALIDAD. Si en Paracuellos 3 la hayamos en "Cagapoco", en su última entrega se encuentra en ese tratado de filosofía que es “FIRMES...¡AR!”.

Hace muchos años que ninguna historia, ningun tratado, me habia motivado tanto para hacerme reflexionar sobre qué es el PODER y cuales son sus mecanismos para influenciar al ser humano.
“Firmes...¡AR!” es una historieta que trata sobre el Poder y la degradación del individuo (un niño) bajo su influencia. En este caso ésta se ejerce sobre niños condicionados por unas formas externas dictatoriales, que logran transformar a un niño-héroe, generoso y valiente, en un niño-villano. El hecho de darle la "vara" con la que poder mantener "firmes" a sus compañeros, junto con el entorno, generan esa transformación.

Historia que una vez leída conduce a la reflexión y a la búsqueda de nuevas miradas sobre los clásicos planteamientos de: el Poder corrompe o sólo corrompe a los corruptos que no habían tenido acceso a él; a los que se puede añadir: el Poder siempre conlleva subordinaciones que son caldo de cultivo para la corrupción.

José "musculines" era un niño generoso, valiente y ejemplar, hasta que se le da el mando sobre el grupo, dependiendo del brutal falangista que dirige el "Hogar". Su transformación le lleva a ser un "abusón" y como él mismo dice "Pues mejor...¡PORQUE SE PUEDE!”.

Sí "Firmes...¡AR!" es una historia de las que hay que "enmarcar", el resto de las que componen el álbum también logran conmovernos. En el fondo no hacen otra cosa que reflejar la convivencia diaria en el mundo "adulto", en oficinas, fabricas, universidades, etcétera. Adecuación del mundo de los niños al creciente egoísmo que la información dirigida y el vivir de cada día van sedimentando en sus caracteres. Humanidad a raudales es lo que encontramos, una vez más, en esta nueva entrega de Paracuellos.