Fresa y chocolate
Aurélia Aurita
Ponent Mon. Rasquera 2006.

 

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Delicias orientales

Apenas tenía noticias de esta joven autora francesa. Ahora Ponent Mon nos trae este pequeño álbum cuyo título nos recuerda al de la célebre película cubana, con la que sin embargo mantiene pocos parecidos. En esencia, el tebeo trata sobre la pasión entre dos adultos. Pasión que se traduce en interminables sesiones de gimnasia amorosa, durante las cuales pueden producirse accidentes, a los que se alude en el título. El chocolate se refiere a un encuentro no deseado del novio de la protagonista cuando practica el sexo anal con ella. Y la fresa es una metáfora de la menstruación. Como se ve, no es una historieta para niños. Sin embargo, a pesar de que los hechos que allí se relatan fácilmente podrían formar parte de un relato porno, el tono general es muy diferente, casi cándido, de una inocencia e ingenuidad encantadoras.

Asistimos a la primera fase de todo enamoramiento, contado desde el punto de vista femenino. La autora nos explica cómo su novio ha conseguido que participe en un tebeo colectivo en Japón. Resulta un poco irónica su explicación respecto a que quiere dibujar una gran historieta, para que los demás dibujantes no piensen que está allí enchufada por su amante. Dicen que me ha invitado para follarme, escribe. Lo cierto es que a eso se dedican el resto del álbum.

Pero, con todo, el tono general es de un intimismo muy especial. Más allá de la desnudez de los cuerpos encontramos los sentimientos, que se exponen sin barreras, al menos por parte de ella. Sentimos su abandono, el miedo a no ser correspondida, la alegría del placer... Muchos matices que permiten que las páginas se pasen con agrado y con cierta satisfacción cómplice. Por supuesto, el ambiente picante que caracteriza el álbum ayuda a que resulte más entretenido. Negar eso sería tanto como olvidar la esencia del trabajo que es, sobre todo, una celebración del sexo y el amor.

Pero les aseguro que va algo más allá y que se termina de leer con una sonrisa en los labios. Para los lectores masculinos, no cabe duda de que la foto de la autora en la solapa también ayuda.
Florentino Flórez

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